La flauta mágica es la última ópera de Mozart. Se estrenó en el Theater auf der Wieden, el 30 de septiembre de 1791, bajo la dirección del propio compositor.
En realidad, se trata de un singspiel (ópera popular), que los autores dignifican en grado sumo al incluir temas y personajes propios de las óperas serias.
Con respecto a su origen, algunos expertos consideran que se trata de una obra de propaganda que muestra los aspectos benéficos de la masonería (tengamos en cuenta que se compone en un tiempo de incertidumbre: casi acaba de morir el emperador José II y no se sabe cuál será la postura de Leopoldo II con respecto a las logias).
LOS PERSONAJES
Principales
Tamino → Es un príncipe (mi padre es un príncipe que reina sobre muchos países y muchas personas; por ello, llámame Príncipe). Al comienzo de la obra es solo príncipe por sus orígenes (recordemos que su primera aparición es un acto de cobardía: le persigue una serpiente y se desmaya por el miedo). Sin embargo, a lo largo de la obra irá evolucionando hasta convertirse en un hombre, en un iniciado. (Ninguna muerte me quitará de obrar como un hombre, de continuar recorriendo el camino de la virtud), junto y con la ayuda de Pamina.
Pamina → Es hija de la Reina de la Noche. Esta pretende usarla para asesinar a Sarastro, quien, consciente de su valor, la tiene destinada para Tamino. De hecho, cuando Tamino titubea al iniciar las pruebas de fuego y agua (Aquí están las puertas del espanto, que me amenazan con la miseria y la muerte), es Tamina quien lo anima y se ofrece como guía: En todas partes estaré a tu lado. Yo misma te guiaré, el amor me conducirá. (Le toma de la mano). Pamina también evoluciona: de ser una jovencita enamorada pasa a una joven desesperada porque cree que su amor no es correspondido para, finalmente, convertirse en una mujer, una iniciada (Una mujer que no teme ni a la noche ni a la muerte es digna de ser iniciada).
Sarastro → Puede que su nombre sea una modificación del de Zoroastro (o Zaratustra), fundador de la religión monoteísta conocida como mazdeísmo. Es el gran maestre de la logia, el gran iniciado. Simboliza el Sol. No en vano, hace su entrada sobre un carro triunfal arrastrado por seis leones (los leones son animales solares).
Astriflamante (la Reina de la Noche) →En alemán, Sternflammende, que sería algo así como Estrella llameante. La llama (flamme, en alemán) es símbolo de purificación y también de destrucción. En la ópera, representa las bajas pasiones: miente a Tamino, por medio de sus tres Damas intenta que este no supere la primera prueba del silencio, quiere vengarse de Sarastro, manipula a su hija Pamina para que lo mate.
Secundarios
Papageno → Es un buen salvaje (en un momento reconoce: Yo soy un hombre primitivo). Sus únicas preocupaciones son dormir, comer, beber y encontrar pareja. Su actitud me recuerda estos versos del Arcipreste de Hita: Como dise Aristóteles, cosa es verdadera,/el mundo por dos cosas trabaja: la primera,/por aver mantenençia; la otra era/por aver juntamiento con fembra plasentera. Es sirviente de la Reina de la Noche, pues le cambia los pájaros que caza por vino, pan de azúcar e higos. Va cubierto de plumas y, cuando dice A veces me entran ganas de arrancarme todas mis plumas, parece que estas plumas son parte de su ser y no un traje. Porta una flauta de Pan, lo que acentúa su esencia primordial; es decir, un ser sometido a las inclinaciones básicas. De hecho, no pasa la primera prueba iniciática (la del silencio), pero no por ello deja de recibir su premio (Papagena) tras una escena de desesperación (pretende ahorcarse porque, nada más conocer a la chica, ha sido separado de ella) → Ver el paralelismo con Pamina, quien también pretende quitarse la vida (en este caso con un puñal) al creer que Tamino no le corresponde.
Monóstatos → Su nombre puede entenderse como “un solo estado”; es decir, alguien que no cambia, que no evoluciona. Es negro (posiblemente, su color haga referencia al opus nigrum, primer paso del proceso alquímico) y Pamina lo califica como bárbaro y moro. Se denomina a sí mismo esclavo de Sarastro y es, a su vez, señor de varios esclavos. Pretende a Pamina y por ello se alía con la Reina de la Noche contra Sarastro.
Los tres muchachos → Jóvenes, bellos, nobles y sabios, siervos de la Reina de la Noche, serán los guías de Tamino y Papageno; pero su papel es más importante: aconsejan a Tamino, evitan los suicidios de Pamina y Papageno y forman parte de la apoteosis final (El Templo del Sol. Aparecen Sarastro, Tamino y Pamina con vestiduras sacerdotales, los sacerdotes y los tres muchachos.)
Las tres damas → Sirvientas de la Reina de la Noche, se mantienen fieles a ella y por eso sufrirán el mismo castigo que su señora y Monóstatos.
LOS OBJETOS, LOS ANIMALES Y LOS NÚMEROS
La flauta → En la ópera tenemos dos flautas: la flauta de Papageno (“flauta de Pan”) y la de Tamino. La primera simboliza claramente el hombre primordial, dominado por sus instintos básicos. La de Tamino, por sus poderes (tallada en una hora mágica de lo más hondo de una encina milenaria, árbol sagrado que simboliza la divinidad suprema del cielo, le permitirá obrar con omnipotencia, transformar las pasiones de los hombres), recuerda a Orfeo. Es un instrumento que ayuda a superar las pruebas, pero necesita la participación activa del aspirante a iniciado.
Las campanillas de plata → simbolizan el elemento femenino. De hecho, Papageno la usa para reencontrarse con Papagena, mientras que para comunicarse o buscar a Tamino usa la flauta.
El arco → Es un arma regia. Simboliza la energía creadora; sin embargo, Tamino se nos presenta con este arma, pero sin flechas, que son símbolo de la trascendencia. Por lo tanto, como su dueño, es un objeto incompleto, es solo algo en potencia.
Los pájaros → Simbolizan tradicionalmente las almas y, a veces, las almas de los muertos. Teniendo esto en cuenta, y sabiendo que Papageno vende los pájaros que ha cazado a la Reina de la Noche, ¿podríamos considerarlo una encarnación de Hermes, el dios psicopompo?
El número que más se repite es el tres y sus múltiplos (tres Damas de la Reina de la Noche, tres muchachos, tres templos, tres pruebas, enumeraciones tripartitas, Sarastro hace su primera aparición en un carro triunfal tirado por seis leones) y no es raro, pues algunos autores creen que La flauta mágica es la guía de una iniciación masónica según el Rito Zinnendorf, que es explícitamente cristiano y trinitario → En general, el tres es el número de la divinidad. En la cultura cristiana, simboliza la perfección de lo acabado. Igualmente, es símbolo de la Trinidad. Por otra parte, su simbología está ligada a la del triángulo, que es un elemento fundamental en la iconografía masónica.
LA INICIACIÓN
En un bosquecillo hay tres templos. En el centro seencuentra el «Templo de la Sabiduría»; a la derecha, el «Templo de la Razón»; a la izquierda, el «Templo de la Naturaleza».
Tras ser rechazado en los templos de la Razón y la Naturaleza, Tamino llama a la puerta del de la Sabiduría. Para entrar en él, debe guiarle el amor y la virtud.
En un palmeral se encuentra el templo de las pruebas. El aspirante a iniciado, que debe ser virtuoso, discreto y benefactor, espera en la puerta Norte.
Seguidamente, lo llevan al atrio del templo. Allí el sacerdote le hace unas preguntas rituales:
-¿Qué es lo que te mueve a penetrar en nuestros muros?
-La amistad y el amor.
-¿Estás preparado a luchar por conquistarlos con tu vida?
-Sí.
-¿Te someterás a cada una de las pruebas?
-¡A cada una de ellas!
A continuación, se estrechan las manos.
Prueba del silencio. Se desarrolla en dos partes. La primera transcurre en el umbral del templo, a oscuras. La segunda, en una de sus salas. Recomendación del sacerdote: Cuidaos de las insidias femeninas.
Superada, un sacerdote introduce con solemnidad al aspirante en una sala donde le espera el resto de la logia.
Segunda y tercera pruebas: el fuego y el agua. Su objetivo es vencer el miedo a la muerte y así recibir la iluminación. El aspirante (en la ópera son los dos protagonistas: Tamino y Pamina) debe atravesar el fuego que arroja una montaña y descender una cascada.
Tras salir con buen, los iniciados son llevados al Templo del Sol, pues gracias a su fortaleza han obtenido la belleza y la sabiduría eternas.