Leer en el móvil (6): Homenaje a Cataluña
Hacía tiempo que quería leer esta obra y, por fin, lo he hecho.
En ella se narra la participación de George Orwell en la Guerra Civil española.
El escritor británico llegó a la Península en diciembre de 1936 y fue enrolado en la División 29, perteneciente al POUM, uno de esos partidos comunistas disidentes que han surgido en muchos países durante los últimos años como resultado de la oposición al «estalinismo», esto es, al cambio, real o aparente, en la política comunista. Estaba constituido en parte por ex comunistas y, en parte, por un partido anterior, el Bloque Obrero y Campesino. Numéricamente se trataba de un partido pequeño, sin mayor influencia fuera de Cataluña, pero importante sobre todo porque agrupaba una proporción insólitamente elevada de individuos políticamente conscientes. En Cataluña, su zona de influencia más fuerte era Lérida. No representaba a ningún bloque sindical. Los milicianos del POUM eran en su mayor parte miembros de la CNT, pero los miembros reales del partido pertenecían en general a la UGT. (...) La «línea» del POUM era aproximadamente la que sigue: «Carece de sentido hablar de oponerse al fascismo por medio de una “democracia” burguesa. La “democracia” burguesa es sólo otro nombre del capitalismo y lo mismo ocurre con el fascismo; luchar contra el fascismo en nombre de la “democracia” significa luchar contra una forma de capitalismo en nombre de otra forma que es susceptible de convertirse en la primera en cualquier momento. La única alternativa real al fascismo es el control obrero. Si se fija cualquier otra meta, se terminará dándole la victoria a Franco o, en el mejor de los casos, se dejará entrar al fascismo por la puerta de atrás. Mientras tanto, los trabajadores deben aferrarse a cada centímetro ganado; si ceden al gobierno semiburgués, serán estafados. Las milicias y las fuerzas policiales de los trabajadores deben conservarse en su forma actual, y es necesario oponerse a todo esfuerzo tendente a aburguesarlas. Si los trabajadores no controlan las fuerzas armadas, las fuerzas armadas controlarán a los trabajadores. La guerra y la revolución son inseparables».
El texto se divide en dos partes.
En ella se narra la participación de George Orwell en la Guerra Civil española.
El escritor británico llegó a la Península en diciembre de 1936 y fue enrolado en la División 29, perteneciente al POUM, uno de esos partidos comunistas disidentes que han surgido en muchos países durante los últimos años como resultado de la oposición al «estalinismo», esto es, al cambio, real o aparente, en la política comunista. Estaba constituido en parte por ex comunistas y, en parte, por un partido anterior, el Bloque Obrero y Campesino. Numéricamente se trataba de un partido pequeño, sin mayor influencia fuera de Cataluña, pero importante sobre todo porque agrupaba una proporción insólitamente elevada de individuos políticamente conscientes. En Cataluña, su zona de influencia más fuerte era Lérida. No representaba a ningún bloque sindical. Los milicianos del POUM eran en su mayor parte miembros de la CNT, pero los miembros reales del partido pertenecían en general a la UGT. (...) La «línea» del POUM era aproximadamente la que sigue: «Carece de sentido hablar de oponerse al fascismo por medio de una “democracia” burguesa. La “democracia” burguesa es sólo otro nombre del capitalismo y lo mismo ocurre con el fascismo; luchar contra el fascismo en nombre de la “democracia” significa luchar contra una forma de capitalismo en nombre de otra forma que es susceptible de convertirse en la primera en cualquier momento. La única alternativa real al fascismo es el control obrero. Si se fija cualquier otra meta, se terminará dándole la victoria a Franco o, en el mejor de los casos, se dejará entrar al fascismo por la puerta de atrás. Mientras tanto, los trabajadores deben aferrarse a cada centímetro ganado; si ceden al gobierno semiburgués, serán estafados. Las milicias y las fuerzas policiales de los trabajadores deben conservarse en su forma actual, y es necesario oponerse a todo esfuerzo tendente a aburguesarlas. Si los trabajadores no controlan las fuerzas armadas, las fuerzas armadas controlarán a los trabajadores. La guerra y la revolución son inseparables».
El texto se divide en dos partes.
- En la primera cuenta su participación como miliciano en el frente de Aragón.
- En la segunda, los enfrentamientos del gobierno republicano y el PSUC con la CNT y el POUM; la ilegalización de éste con la excusa de ser un aliado encubierto de Franco; la represión contra sus militantes, hecho que le obligó a huir de España.
Su ágil estilo y sus jugosas reflexiones sobre lo que ha acaba de vivir (no olvidemos que lo escribe a finales de 1937) lo han convertido en la historia personal más leída de un angloparlante que participó en la Guerra Civil española.
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