Así nació aula 25

Casi a finales del trimestre pasado, un grupo de alumnos del grupo 2 del Primer curso de Bachillerato de Ciencias Sociales me pidió que creáramos una revista. Por supuesto, acepté de inmediato.

Tenía claro que:

• No quería que fuera una revista escolar; es decir, centrada en cuestiones del IES, sino que sirviera para que los alumnos hablaran de lo que les interesa.
• Estaría abierta a colaboraciones de toda la comunidad.
• No podía circunscribirse al texto escrito.
• Sería mensual.

Como algunos de mis alumnos ya saben manejarse con Blogger, la elección del soporte estaba clara. Sólo quedaba ver qué plantilla. Finalmente nos hemos decidido por la Dravis, adaptada por Lasantha Bandara a partir de un diseño de New WP Themes.

Como podéis ver, es muy sobria, con una letra grande y clara y cuya única frivolité es un carrusel en el que se muestra y se enlaza los diferentes artículos de cada número.

En cuanto al contenido, arrancamos con ocho textos, sensu lato, de los que -aunque todos me parecen buenos- destacaría:

• La reseña sobre la novela El cementerio de Praga, escrita por mi amigo y compañero Rafael Martín, profesor de Matemáticas y finísimo lector.
• El artículo Pasión de leer, en el que algunos de mis alumnos del Primer curso del Bachillerato de Música dan su opinión sobre las lecturas obligatorias.
• La entrevista que Fanny Pichardo hace sobre inmigración e integración, muy a mi pesar, el único audio.

Espero que os déis una vuelta por aula 25 y que allí o aquí nos dejéis vuestras opiniones y sugerencias.

Por último, agradecer a Rosa Lara y a Juan Ignacio Castro el que retuitearan la puesta de largo.

Se me olvidaba: el nombre. El aula 25 es la específica de Lengua castellana y Literatura; es decir, donde tenemos el material propio del Departamento, en la que doy algunas de mis clases (no todas, por desgracia) y donde nació esta idea.